sábado, 29 de marzo de 2008

Diseñadora, universitaria y empresaria triunfa en emporio de Gamarra

Herminia Guillén Guizado es una diseñadora y empresaria andahuaylina dueña de la marca Hemy, cursa el último ciclo de Administración en la Universidad Wiener.

Al verla caminando por la sexta cuadra de Gamarra a las 8 de la mañana, con ropa casual y canguro a la cintura, Herminia Guillén Guizado (31) parece una sencilla vendedora del principal emporio comercial capitalino, confundida entre los empleados de los comercios que llegan aún somnolientos para abrir las tiendas y stands del concurrido centro comercial, que factura más de 800 millones de dólares anuales y que registra más de 150 mil visitantes por día.

Sin embargo, cuando traspasamos las puertas del stand 661 de la Galería Las Malvinas, una de las 120 galerías de Gamarra, nos encontramos con una inspirada diseñadora y exitosa empresaria, administradora de dos tiendas y un stand de la familia, que ya ha registrado su propia marca de ropa femenina y que poco a poco se abre paso en el exigente mundo de la moda. De carácter afable y sonrisa permanente, Herminia, o Hemy, como la conocen sus amigos y clientes por la marca de su ropa, heredó el espíritu de trabajo y constancia, y la habilidad para los negocios de su familia. Pero ya en su madurez y consciente de la importancia de la capacitación, no vaciló en estudiar y seguir perfeccionándose, al punto que hoy ya está por culminar sus estudios de Administración y Negocios Internacionales en la Universidad Wiener.

El principio

Si bien hoy se desempeña como administradora de las tiendas familiares, sus inicios en el negocio y diseño de ropa surgieron en sus juegos infantiles. Hemy recuerda sus días de infancia en su natal Huancavelica, de donde emigró a los diez años de edad a fines de los 80 con segundo año de primaria y un sinfín de sueños, como el de tener sus propias muñecas.

"Mi visión comenzó en los juegos de niñas, con muñecas grandes y barbies, en los que mi mente y mi corazón soñaban con diseñar un vestido para una bella dama, y que ese vestido sea único para ella", recuerda. Una vez en Lima, fue llevada al taller de costura de su hermano Juan -a quien considera también como un padre- donde lo primero que hizo fue recoger los retazos de telas para coser, a su estilo, vestidos para una muñeca. Así empezó todo.

"Luego hice mi primer vestido a punta de pedazos de tela de todos los colores, pero no me importó, pues era lo que me gustaba, yo tenía esa afición y era todo lo que me interesaba… yo quería ingresar al mundo de la moda", relata.

Terminada la secundaria, Herminia incursionó en el apasionante mundo de la moda en un instituto. Pero no fue suficiente. Sabía que necesitaba más conocimientos y por eso siguió con la alta costura, pues Gamarra no solo es un centro para vender telas y ropa fabricada en cadena, sino vestidos a pedido con los últimos estilos de la moda, sobre todo de Italia. Aún así, a Herminia le faltaba algo más para completar el círculo comercial de la moda y la formación profesional y humana. Por ello miró en la vitrina de universidades quién le ofrecía la carrera que se amoldara a su negocio, estilo de vida y horario tan complejo. "Después de ver todas las posibilidades me decidí por la Universidad Wiener, y encontré más de lo que esperaba, me encontré con una familia empresaria, buenos profesores y una buena educación", asegura con satisfacción. Ha sido este apoyo universitario el que le ha permitido imponer un estilo de moda y crear su propia marca: Hemy, Moda & Elegancia, que fue presentada en octubre pasado por la propia Universidad durante su semana de aniversario, con un desfile de modas espectacular. "Mi objetivo es ser reconocida como creadora de una marca que evoque a la mujer elegante que viste a la medida", afirma, tras recalcar que sus clientes reconocen la calidad de la tela y la costura, así como el entalle y los diseños que constantemente innova en el taller que tiene en una de las tiendas. Conforme a su experiencia Hemy señala que la mujer peruana gusta verse bien para tener una mejor actitud. "No es un secreto que se puede elevar la autoestima con una ropa buena que resalte los atributos, y eso es lo que pretendo con mi trabajo como diseñadora y productora".

Esa visión, sumada a su persistencia en lo que siempre le atrajo, ha permitido a la joven huancavelicana alcanzar lo que ha obtenido hasta hoy. No ha sido muy sencillo, definitivamente, pero, según refiere, cada cliente nuevo que tiene se lo ha ganado por "la calidad de su trabajo y la buena atención".

Disciplinada y responsable, trabaja hasta las 5 de la tarde y luego se dirige a la universidad para culminar sus estudios superiores. Su objetivo es tener pronto el título universitario para luego fortalecer su empresa, no solo diseñando y elaborando las prendas con acabado fino, hecho a mano, sino crecer como marca con los conocimientos académicos obtenidos en gestión empresarial, mercadeo y finanzas, considerando además la competencia con los diseñadores del medio que ya se abren paso a nivel internacional. Por lo pronto, ha comenzado ya dar sus primeras puntadas en el exterior, con una tela que está exportando al mercado venezolano. El mercado es exigente, pero la joven empresaria asume el reto con tranquilidad y seguridad, diseñando sus modelos, cortando sus finas telas y vistiendo a las mujeres limeñas como a las muñecas de sus juegos infantiles.


fuente: universia peru

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